Indudablemente, todos los residuos o desechos generados por la acción humana necesitan tenerse en control. Sin embargo, para convertir esto en una realidad, es de gran importancia reconocer los tipos de residuos que existen. Por tanto, en el artículo de hoy te contaremos todo lo que debes saber sobre los residuos no peligrosos.
¿Qué son los residuos no peligrosos?
Tal como su nombre lo indica, se trata de residuos que no son nocivos para el medio ambiente en el sentido de que su uso no resulta peligroso mientras se sigan las normativas de desecho y reciclaje explicadas por las autoridades en materia. Por esta razón, podemos entender los residuos peligrosos como aquellos que se generan a partir de nuestras actividades diarias.
Sin embargo, es importante destacar que aún cuando por sí mismos no generan daños nocivos al medio ambiente (ya que se puede regular su consumo y su reutilización), es necesario desecharlos de la manera adecuada pues, lo que sí que genera daños es desecharlos incorrectamente y en exceso.
Tipos de residuos no peligrosos y qué hacer con ellos
Para entender un poco mejor cuáles son aquellos residuos no peligrosos que utilizamos constantemente y cómo desecharlos de la forma correcta, te hablaremos sobre los tipos de residuos no peligrosos clasificados de forma oficial.
Residuos urbanos
Los residuos urbanos también son llamados residuos municipales o domésticos y son todos aquellos que generamos constantemente en casa.
Algunos ejemplos de este tipo de residuos no peligrosos son los desechos de vidrio, madera, latas, plásticos o escombros. En cualquier caso, son sencillos de desechar pues, para este tipo de residuos existen los contenedores de colores.
Los contenedores de colores están clasificados para que se puedan diferencias los tipos de desechos, de manera que sea mucho más sencillo llevarlos a plantas de reciclaje y aprovecharlos para darles una segunda oportunidad. Por esto, lo mejor que puedes hacer con estos residuos es tirarlos en los contenedores municipales.
Residuos inertes
Por residuos inertes se entienden todos aquellos residuos no peligrosos que son naturales y no generan ningún tipo de daño al medio ambiente. Se trata de desechos que se obtienen mediante procesos naturales en los que no intervienen procesos industriales y no tienen gran relevancia.
Aunque hay quienes los utilizan para diversas finalidades, su consumo no afecta en nada la situación climática o ambiental global. Ejemplos comunes de residuos inertes son la arena o demás suministros de áridos que se obtienen de forma natural y su desecho no presenta ningún tipo de contaminación.
Residuos de construcción
Se trata de aquellos desechos que se obtienen después de realizar trabajaos de demolición, remodelación o construcción de un espacio. Aunque se trata de residuos no peligrosos porque su uso no genera daños globales significativos, lo cierto es que los residuos de construcción deben desecharse de la forma adecuada.
Para ello, se recomienda contratar una empresa que ofrezca servicios de alquiler de contenedores, de manera que te encargues de desechar este tipo de escombros que generalmente son numerosos, de la forma adecuada pues, es difícil aprovechar los residuos de construcción de forma doméstica.
Residuos no peligrosos valorizables
Los residuos valorizables tienen gran relación con aquellos residuos domésticos o urbanos generados en casa ya que se trata de desechos que se pueden reciclar por tener un gran valor con relación a los recursos no renovables existentes en la tierra. El caso más común es el plástico.
Generalmente, estos desechos son llevados a plantas de reciclaje o vertederos y se cotizan por un alto valor en el mercado, por lo que muchas personas toman la decisión de venderlos a fábricas de reciclaje o industrias afines. En el caso de la chatarra, se trata de un recurso que se ofrece por un muy alto valor en el mercado.
¿Cómo contratar los servicios de una empresa de alquiler de contenedores?
Si los residuos de construcción en exceso se encuentran todavía presentes en tu obra de construcción y no sabes qué hacer con ellos, es un gran alivio saber que se trata de residuos no peligrosos, aunque será necesario desecharlos de la forma adecuada para evitar sanciones legales y malestares comunitarios.
Por ello, la mejor alternativa es contratar los servicios de una empresa de alquiler de contenedores que te ofrezca un servicio personalizado, garantizado y fiable para desechar tus residuos de obra.
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