En el momento de realizar una remodelación en tu hogar es importante tener en cuenta diversos factores. Los restos de obras y reformas son aquellos residuos que nos quedan tras finalizar dichos cambios. Para saber cómo lidiar con ellos sin infringir las leyes, es importante conocer qué son, cómo se dividen y cuál es el proceso adecuado para desecharlos. Sobre esto y más, te hablaremos a continuación.
¿Qué son los restos de obras y reformas?
Como se acaba de mencionar, los restos de obras y reformas son todos aquellos materiales de los cuales tenemos que deshacernos una vez que terminamos de llevar a cabo una remodelación. Bien sea en casa, en un local comercial, o en algún otro tipo de infraestructura.
Dependiendo del país en que residas y del tipo de restos que sobren tras la remodelación, se debe seguir algunos parámetros puntuales para deshacerte de estos de forma correcta. A continuación, te mencionamos algunos tipos de estos residuos, así como la clasificación de estos:
Residuos peligrosos
Los residuos peligrosos son todos aquellos restos que podrían contener químicos que resulten tóxicos para el organismo, o que representen una amenaza para el medio ambiente. Aunque no lo parezca, en casa puedes tener diversos residuos tóxicos sin que te hayas percatado de ellos:
- Los diferentes tipos de pinturas y de aceites.
- Las piezas de artículos eléctricos.
- Tubos de luz (tal como los fluorescentes que contienen dentro pequeñas cantidades de Mercurio).
- Diferentes tipos de materiales plásticos.
En cualquiera de los casos anteriores, lo mejor es que busques depositar este tipo de restos en lo que se conocen como “puntos limpios”. Allí se podrán desechar de la forma más segura posible. No obstante, en el caso de los plásticos, así como de los materiales PCV, estos pueden proceder a desecharse en los contenedores reciclables de color amarillo.
Residuos no peligrosos
Como lo indica su nombre, estos son los tipos de residuos o restos que no representan una amenaza considerable para la salud o para el ecosistema. Sin embargo, estos también deben desecharse de forma adecuada para contribuir con la preservación del medio ambiente. Encontrándose entre los residuos no peligrosos más comunes los siguientes:
- Distintos tipos de aceites comestibles.
- Diferentes tipos de madera o de muebles construidos con este tipo de material.
- Cartón, adhesivos, diferentes tipos de papel, y vidrio.
- Distintos tipos de metal que puedan considerarse como chatarra.
Cabe destacar que, muchos de los restos no peligrosos pueden proceder a reciclarse debido a la naturaleza reutilizable de los mismos. No obstante, otros como la chatarra o piezas metálicas de tamaño considerable deberían trasladarse hacia los ‘puntos limpios’. Mientras que, en el caso de los papeles, los vidrios y el cartón, pueden depositarse en su respectivo contenedor de reciclaje.
Residuos inertes
Por último, pero no menos importante, se encuentran los residuos inertes en lo que respecta al tema de los restos de obras y reformas. Al igual que los residuos no peligrosos, los inertes tampoco representan un gran peligro. Ya que no suelen ser propensos a cambios que puedan resultar tóxicos para las personas o para el medio ambiente.
Destacando así entre algunos de los materiales pertenecientes a este tipo de residuos los que te mencionamos a continuación:
- Los escombros.
- La arena y los diferentes tipos de áridos
- El yeso, la piedra, así como el hormigón.
Además de los anteriores, también pueden encontrarse como residuos inertes a los ladrillos, algunos tipos de cerámica, y ciertos tipos de madera. Debido a la dificultad que tienen estos materiales para reciclarse, en caso de que necesites deshacerte de estos tras una remodelación, lo mejor que puedes hacer es llevarlos a puntos limpios.
¿Qué se pueden hacer con los restos de obras y reformas de una construcción?
Dependiendo de cada país, existe una legislación vigente que establece lo que se debe hacer con los restos de obras y reformas tras una remodelación o construcción. En estos casos, es importante tener en cuenta lo que establecen las leyes, a fin de evitar infringirlas y enfrentar multas o sanciones por desconocimiento. También, puedes asesorarte con profesionales en el área que se encarguen de este tema, para llevarlo a cabo de la forma más adecuada y segura.
En el caso de la legislación española, se exige mediante el real decreto 105/2008 en su artículo 4, que dentro del proyecto que lleve a cabo la ejecución de obras se realice un estudio de cómo serán gestionados dichos residuos. Debiéndose establecer así, desde el uso que tendrán los restos, hasta su cantidad aproximada y todo lo respectivo al desecho de estos.
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